domingo, 6 de noviembre de 2016

Conversación entre Yahvé, Lilith y Elaine Belloc

Un extracto de Lucifer en el que se debate todas las posturas acerca de qué hacer finalmente con la Creación. ¿Qué es lo más ético: destruir el Universo o arreglarlo? Sí, Lucifer es la misma obra que hace unos meses fue adaptada a la TV para narrar una gilipollez como una catedral acerca de Lucifer dedicándose a ayudar al departamento de homicidios por algún motivo que no creo que nadie pueda entender. Como veis, la obra original era un poco más trascendental, inteligente y coherente.


Elaine: -Esto no es la Tierra.
Yahvé: -¿Cómo puedes estar tan segura?
Elaine: -Porque la Luna está... rara. Es del color equivocado.
Yahvé: -¿Oh, eso? No, eso no es la Luna. Es toda la Creación, vista desde fuera. De hecho, por eso os he traído aquí. Me gustaría que me ayudarais a decidir qué voy a hacer con ella.

>>El Plan, al contener todas las cosas, no dejaba margen para el error. Por eso la flexibilidad fue la última virtud que aprendí. Por eso este momento lo dejé tan abierto como pude. Dispuse que sólo dos personas estarían aquí conmigo, aunque no sabía quiénes serían. Por eso me marché, para poder experimentar el no saber, para que un poco de aleatoriedad pudiera aflorar dentro del Gran Orden.
>>Elaine, creía que, en tu lugar, estaría aquí uno de mis hijos. Tu padre, sobre todo. Y, en vez de Lilith, esperaba a Fenris. Pero Fenris está en otro sitio muy ocupado.
Elaine: -¿Para qué nos quieres? ¿Qué podemos decirte que Tú no sepas ya? No... no tiene sentido.
Yahvé: -Sí, por supuesto, lo sé todo. Pero la omnisciencia es algo objetivo, frío. Por eso decidí que debería haber dos ponentes, para que cada uno decidiera una de las posturas. ¿Debería arreglar la Creación? ¿O destruirla?
Elaine: -Todo... ¿todo el Universo? ¿De verdad quieres decir que...?
Lilith: -Destrúyelo. ¿Cómo puedes dudarlo siquiera?
>>Creaste un cosmos donde todo vivía presa del dolor; donde el tormento, la imperfección y el miedo reinaban. Donde la belleza, si es que existe, es un accidente esporádico.
Yahvé: -Quería que las consciencias descubrieran o crearan esa belleza por sí solas.
Lilith: -Y eso hacen. Luego libran guerras por su significado, o se matan unos a otros por poseerla, o la destruyen porque les asusta. En cualquier caso, nunca dura. Ser consciente implica ser consciente de tu propia imperfección. De tu propia soledad.
Elaine: -Eso no...
Lilith: -Guarda silencio, niña. La acusación habla primero.
>>Esta baratija tuya, tan perfecta y bonita vista desde fuera, es desde dentro, en el mejor de los casos, una prisión; en el peor, una morgue para todas las almas encerradas en ella. Destruidla. Así bendecirás por última vez a aquellos que has creado.
Yahvé: -Uhm. Como planteamiento no ha estado mal, emotivo pero con fuerza. Y ahora, Elaine... te toca.
Elaine: -No. Me niego. No lo haré.
Yahvé: -La acusación ganará por desistimiento de la otra parte.
Elaine: -Me da igual. Todo esto es... obsceno. Horrible. No puedes pedirme, ni a mí ni a nadie, que hable en representación de toda la vida. O bien te importa Tu propia Creación, o te da igual. Si te da igual, no podré convencerte de lo contrario.
Lilith: -¡Excelente! Dicta un veredicto ya, Yahvé. Díctalo.
Elaine: -Pero sí voy a decir una cosa. Si decides destruirlo todo, lucharé contra Ti. Hasta morir.
Yahvé: -Pero si decido eso... estarás entre las cosas que dejarán de existir. No habrá pelea. No podrá haberla.
Elaine: -¿Cómo puedes decir eso con tanta calma? ¿Cómo puedes hablar de... de innumerables muertes como si no te importara?
Yahvé: -No, no lo entiendes. Cualquier decisión que tome será ab aeterno... sus efectos llegarán al alba de los tiempos. Nada morirá, porque nada existió jamás.
Elaine: -Seguirá estando la nada cuando podría haber habido algo. Aunque hayas acabado con todas las posibilidades, no podrás fingir que...
Muñeca de trapo: -Saludos, Yahvé. Traigo un mensaje de Su hijo, Lucifer. ¿Me permite entregárselo?
Yahvé: -Muñequita, decreté que una parte hablaría en favor de la disolución, y la otra del renacimiento. No escucharé a nadie más.
Muñeca de trapo: -Pero Lucifer no le manda una petición, Señor de las Huestes. Sólo esto. Me dijo que entendería su significado.
Yahvé: -Ah, sí. Ya veo. He aquí los frutos del azar. La cosecha de la incertidumbre.
[...]
[muestra una daga]
Yahvé: -Lilith, Elaine. ¿Podéis explicarme este acertijo? ¿Qué creéis que significa?
Lilith: -¿Acertijo? Pero si es obvio. Significa que Lucifer me apoya, que defiende la destrucción. Te está diciendo que acabes con esto, con todo.
Elaine: -No lo creo. Creo que es una advertencia. Si destruyes las dos Creaciones, o dejas que mueran, Lucifer te perseguirá. Y se vengará.
Yahvé: -No. Ambas hipótesis son factibles, Elaine. Pero ambas se equivocan.
[...]
Elaine: -Intentas decidir si debes reparar la Creación o finalizarla. Lucifer está sugiriendo que hay otra solución... otra forma de deshacer el nudo. [...]
Yahvé: -¿Y qué es lo que más cuesta hacer? Eso también lo sabes.
Elaine: -¿No hacer nada?
Yahvé: -No hacer nada. Cortar el nudo supone permitir que la situación se resuelva por sí sola, dejar que todos los acontecimientos lleguen a su conclusión final. Bendito sea. Él sabe lo extraño que me resulta hacer esto.

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